Eterno Retorno
Entro
en el vacío del tiempo,
sonriendo
a la briza pasajera,
en un embriagante
sueño febril de Sol.
En un río
de ilusiones continuas,
donde
el tiempo pasa y llega,
¡Es el
horizonte a lo lejos!
Que
pinta de seda las olas del pensamiento,
denota
en sí mismo la fragilidad humana,
evoca
un sentimiento profundo de estrellas.
No
conozco mi yo y el tampoco a mí,
Somos extraños
conocidos.
“Que
contrariedad exquisita”
Un
lado de mi ser descubre la verdad de los confines tenues,
el
otro unge de ilusiones las pestañas grises de tanto pensar por días.
Sonoro
el viento del este cuando llega,
cálido
como roca de costa marina.
Las
algas se asoman a la costa de mar,
avisando que hay comida.
Y un
carey enviste su coraza,
para
alimentarse bien todo el día.
Doy
vueltas y vueltas con un colorido destello de luz radiante,
que se
asoma por una rendija de mi ser.
“Son
las estrellas del infinito”
Mostrando
una ruta nocturna,
en un
riachuelo de flores con entorno eterno.
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